Por sus dimensiones y el preciado valor geológico, la Sima de San Pedro es considerada como única en Europa. Con un origen kárstico, este espectacular agujero en la tierra se encuentra situado en Oliete, al sur de la sierra de Arcos, en Teruel. Sorprenden no solo sus dimensiones, sino también la diversidad de animales y vegetales que habitan en ella. Un viaje al interior de la tierra gracias a sus 86 metros de profundidad a los que hay que sumar los 22 metros del lago que se encuentra en su interior. También hay que destacar sus 80 metros de diámetro.
Sima de San Pedro
Sima de San Pedro | Foto: Shutterstock
Tanto su situación en un barranco como la presencia de sedimentos detríticos hallados en la parte externa se ha concluido que anteriormente existió un complejo kárstico que mermó tras derrumbarse sobre las cuevas.
Por su parte, la laguna que se encuentra en el fondo de la Sima de San Pedro consigue el agua del mismo barranco, así como del agua subterránea que bebe del río Martín. La altura que alcanza el lago es de 22 metros y cuenta con más de 500.000 m3 de agua.
La deforestación es la imagen de los alrededores de la Sima de San Pedro. No obstante, en el camino de acceso se halla uno de los pocos ejemplares de sabina albar que hay cerca de la cuenca del río Martín. En cuanto a la fauna, con muchas las aves que disponen su refugio en la Sima de San Pedro. Por ejemplo, la paloma bravía, la chova piquirroja y el gorrión chillón, entre otros. Además, aquí habitan hasta siete especies de murciélagos. En la zona se han encontrado fósiles del jurásico.
Sima de San Pedro
Sima de San Pedro. Imagen en la que se observa el mirador | Foto: Shutterstock
Es posible observar el interior de la Sima de San Pedro desde una pasarela que se ha instalado como mirador hacia este largo abismo. Así, los más de 80 metros desde la pasarela hasta el lago no son aptos para los que sufren de vértigo. Por sus condiciones es común que sea foco de competiciones nacionales e internacionales de espeleología.
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Qué ver en los alrededores
La localidad más cercana a la Sima de San Pedro es Oliete, ubicado en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos. Tras visitar esta sima en Teruel, un buen plan es pasear por las calles de Oliete, un pueblo de 350 habitantes en el que aprovechar para visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVIII, y su destacado campanario mudéjar.
Oliete
Oliete, Teruel | Foto: Shutterstock
Entre todo lo que ver en Oliete llaman la atención los arcos que aquí se encuentran, correspondientes a las antiguas entradas fortificadas del pueblo. Datan de la Edad Media y son tres: el arco del Pilar, el arco de Santa Bárbara y el arco de los Santos Mártires. Todos ellos son accesibles y se pueden encontrar dando un paseo por las calles de Oliete.
Otro de los templos a señalar es la ermita de la Virgen del Cantal, construida sobre el año 1660. Se realizó para honrar a una imagen de la Virgen que apareció en la zona oculta bajo un cantal (roca en aragonés).
Llamativo es también el patrimonio prehistórico, como es el caso de el Frontón de la Tía Chula. Se trata de un conjunto de pinturas rupestres que se realizaron entre el Eneolítico y el Bronce Medio. Las pinturas se encuentran sobre una roca que cuenta con un orificio por el que, durante los equinoccios de primavera y otoño, se filtra la luz solar. De esta manera, es uno de los santuarios solares más antiguos del mundo, con aproximadamente 4.500 años de antigüedad.
Calanda, Teruel
Mosaico, Camino de Albalate | Foto: José Antonio Bielsa Arbiol
Otros pueblos cercanos a Oliete que también constituyen una visita interesante son Calanda e Híjar, ambos a poco más de media hora en coche. Aquí hará falta detenerse algo más de tiempo, pues Calanda cuenta con un rico patrimonio artístico y cultural. Uno de los hallazgos arqueológicos más representativos de la localidad es el del yacimiento del Camino de Albalate. Se trata de un increíble mosaico que confirmaría la teoría de que Calanda fue una influyente villa romana.
Calanda
Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, Calanda | Foto: Shutterstock
La arquitectura religiosa de Calanda también ocupa un lugar significativo en el recorrido por el municipio. Entre todos los ejemplos, algunos de los más significativos son el templo del Pilar, edificio barroco que conmemora el Milagro de Calanda; la Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, una construcción del siglo XVIII en estilo rococó; y el arco de San Roque, antiguo portal de entrada a la localidad. De aquí también es célebre el melocotón de Calanda.
A la misma distancia por carretera se encuentra Híjar. En esta localidad turolense lo más interesante es pasear por las calles y descubrir el legado judío local, así como dos grandes monumentos. Por un lado, la iglesia de Santa María la Mayor, uno de los templos mudéjares más célebres de Aragón. Está declarada Bien de Interés Cultural, empezando a construirse en el XIV, aunque se remodeló en siglos posteriores en un estilo renacentista.
Hijar, Teruel
Iglesia Santa María la Mayor, Híjar | Foto: Paco el Cestero d Hijar
Por otro lado, el castillo-palacio de los Duques de Híjar. Con un origen islámico, esta fortaleza conserva un torreón, una torre, los restos del palacio ducal y un patio central. También se puede ver la denominada torre Mora, realizada en mampostería.